Desayunos domingueros

Los domingos son días tranquilos en casa de los bajitos, casi siempre se levanta Pablo primero, después de un rato se viene a mi cama (por segunda vez) y me dice "Es hora de levantarse", sobre todo si su hermano no está despierto. A veces hago tortitas, hubo una época en la que las hacía todos los domingos por peticiones bajitas y no tan bajitas, ahora las veces son más espaciadas en el tiempo. El fin de semana pasado hice ésta, pensando en Daniel, porque últimamente no come casi nada, el martes pasado vomitó por la noche y el miércoles lo llevó Pedro al hospital, le hicieron analíticas y tiene algo vírico o bacteriano (todavía está por definir) y le han mandado un antibiótico genérico.

Tiene mucha tos y algunos picos de fiebre, y hasta hace dos días se negaba a comer. Es desesperante ponerle la comida delante y ver que dice que no a todo, el viernes ya empezó a comer algo más, pero ayer se tomó el caldo de la sopa por la noche y esta mañana a las cinco se despertó tosiendo y terminó vomitando. A ver que dice el médico mañana que tiene control, lo vemos mejor pero no termina de arrancar, sabemos que de defensas está muy bien y eso nos mantiene conformes, aunque no bajamos la guardia.

Ahora está en el salón viendo los dibujos, esperará un rato antes de desayunar ( y a veces termina tres horas más tarde). Pablo ya se ha pegado entre pecho y espalda un sandwich de jamón de pavo y queso, a él lo que tengo que decirle a veces es que e spere para comer de nuevo! Quizás esta tarde merendemos tortitas, depende como estén los estómagos y los ánimos por aquí.

Buen domingo a tod@s!!