¡Al menos tengo trabajo!

Hace ya casi dos meses que no actualizo, casi se convierte en costumbre, por mucho que una quiera o no tengo tiempo o no tengo las ganas necesarias. Este verano ha sido bastante normal, hemos estado en casa de los abuelos, que estar con el primo Néstor es uno de los pasatiempos preferido de mis hijos. Sólo hice una breve "incursión" a la isla de Fuerteventura, pero no salí de Puerto del Rosario porque acompañaba a una vecina amiga que tenía que operarse allí. Mi cumpleaños lo he pasado entre el hospital, el centro comercial y el aeropuerto (con retraso por controladores incluido); espero que el año próximo sea más ameno e intersante que éste. Las fotos siguientes son una muestra, la primera las vistas desde el hotel en el que estuve en Fuerteventura el día de mi cumple, la siguiente Daniel y Pablo "metidos" en unas burbujas de plástico en una especie de piscina en la que disfrutaron un rato.





Las oposiciones ya casi están olvidadas, espero que no las convoquen para mi especialidad el año que viene porque no sé cómo llegaré a ellas. Estoy trabajando, y eso este curso es mucho porque han reducido muchísimo las plazas y están retrasando los nombramientos para "ahorrar costes". Es lo que tiene la crisis, los políticos nunca se recortan el sueldo pero a los de a pie nos fastidian cada vez que pueden. La experiencia es un grado y ya son algunos años en las listas por lo que estoy en un buen puesto, eso y que muchos de mis compañeros/as delante de mi han aprobado las oposiciones, cosa que me da mucha alegría porque, pensando positivamente, algún día me tocará a mí.

Mi destino este año es a casi 200 kilómetros de casa, a poco más de una hora, muy cerca del centro que tenía cuando enfermó Daniel. La carretera se me hace muy pesada y no me gusta nada, pero a falta de otra cosa tendré que acostumbrarme nuevamente; por lo menos tengo trabajo durante este curso y el próximo porque ahora dependemos de si aprobamos o no, de la nota que sacamos, de la experiencia docente, de la formación y de un informe sobre la actividad en el centro que todavía estar por definir quien lo hará y cómo. Son muchas incógnitas, sólo puedo intervenir en algunas, las otras son matemáticas puras.

Daniel y Pablo están muy bien, gamberreando siempre. Daniel ha pasado a una revisión cada dos meses, aunque tendrá que ir cada 40 días a lavarse el reservorio que tiene en el pecho para que evitar infecciones. La última vez que estuvimos en el hospital Pablo le hizo un "reportaje fotográfico" con mi móvil, le hizo una hasta al médico auscultándole el pecho a Daniel. Les dejo una de Dani sacada por Pablo.