Soy bastante pesimista, aunque ustedes no lo crean es así, puedo quejarme mucho y durante largo rato, pensar en cosas "feas" y comerme el coco con lo de "que pasaría si ...". Puedo deprimirme por la mañana mientras voy al curro, uno que no me gusta demasiado (y eso no es pesimismo sino realidad); y echarme unas risas cuando llega el viernes porque se acabó la tortura hasta el lunes que viene. El domingo estaré dándole vueltas en cómo hacerlo mejor, en qué puedo hacer para evitar sentirme mal, en si puedo cambiar algo, etc. y empiezo la semana con más ganas, más ánimo. Esta mañana he oido en la tele, antes de salir, algo así como que todo empezaba los lunes y terminaba los viernes, para volver a repetir el ciclo indefinidamente. Me imagino como en el mito de Sísifo, haciendo rodar el mundo empujándolo con mis manos, como una condena y no me hace ni pizca de gracia.
Quiero hacer algo que me guste, ganarme el sueldo con alegría, sin malos rollos; pero quizás es demasiado tarde ya para elegir otra profesión, no es tan fácil. Uno de éstos no sé si podría hacerlo ahora. Por eso me alegra cuando la gente tiene iniciativa, construye sus propios proyectos, los echa andar y sigue con ellos. Mi enhorabuena a Cristy, de Entre algodones porque ella ha luchado, junto a su marido Juan, para que su empresa de patchwork marche y mañana abre la ampliación de su tienda taller en Alcalá de Guadaira (Sevilla). Ella fue la persona que terminó la colcha que me regalaron muchas de ustedes, junto a Ana, de la tienda El vuelo de la Oca en Las Palmas, otra emprendedora del mundo del patchwork que espero ir a visitar algún día, y a la que mando un abrazo. Si puedo escaparme uno de estos días iré a visitar a mi otra empresaria admirada, Bettina, que me queda más cerquita y que todavía no he ido a su nueva tienda después de la mudanza, y no es por falta de ganas.
Otra noticia que me ha hecho mucha ilusión es que Coro va a ser mamá, muchas felicidades, dentro de nada estarás compartiendo la aventura.
Quiero hacer algo que me guste, ganarme el sueldo con alegría, sin malos rollos; pero quizás es demasiado tarde ya para elegir otra profesión, no es tan fácil. Uno de éstos no sé si podría hacerlo ahora. Por eso me alegra cuando la gente tiene iniciativa, construye sus propios proyectos, los echa andar y sigue con ellos. Mi enhorabuena a Cristy, de Entre algodones porque ella ha luchado, junto a su marido Juan, para que su empresa de patchwork marche y mañana abre la ampliación de su tienda taller en Alcalá de Guadaira (Sevilla). Ella fue la persona que terminó la colcha que me regalaron muchas de ustedes, junto a Ana, de la tienda El vuelo de la Oca en Las Palmas, otra emprendedora del mundo del patchwork que espero ir a visitar algún día, y a la que mando un abrazo. Si puedo escaparme uno de estos días iré a visitar a mi otra empresaria admirada, Bettina, que me queda más cerquita y que todavía no he ido a su nueva tienda después de la mudanza, y no es por falta de ganas.
Otra noticia que me ha hecho mucha ilusión es que Coro va a ser mamá, muchas felicidades, dentro de nada estarás compartiendo la aventura.
Leerte me ha hecho llorar... Puede que haya ayudado que lleve una semana un poco depre y de bajona y pigando el moco a cada rato...
ResponderEliminarYo también admiro a esa gente que tiene fuerzas para luchar por hacer lo que realmente quiere y que hace con gusto. En mi caso, no soy feliz haciendo lo que hago, me gustaría hacer algo totalmente diferente pero no puedo dejar lo que hago porque siento que dejaría a muchas personas en la estacada, además de que para cualquier otro trabajo las cosas están ahora difíciles. Así que cada mañana respiro hondo antes de salir a trabajar deseando que no haya problemas y que el día, la semana y, en ocasiones, incluso el fin de semana transcurran rápido.
Mucho ánimo! Tienes dos niños preciosos!
Que no somos tan diferentes, en absoluto, si te sirve un poquito,
ResponderEliminarde todas maneras aviso, el ansia del perfeccionismo va en aumento con la edad, se gana en paciencia y aguante pero de vas dando cuenta de que no hay diferencias apenas entre un sesentón y un treintañero, lo veo todos los días. Pero también cualquier cosilla que le pase a mis niños me preoucupa un horror, habré sido siempre así? Lo peor es la inseguridad: laboral, personal, sentimental... pero si falla la segunda las otras mal las veo, ains. Por eso a veces de vez en cuando me pongo con el guapo subido, fuera pelillos, bien peiná y con la mirada clara. Un beso grande Carmen, te siento bien, abrazos
Pues sí, yo sólo pienso en cambiar de trabajo, en hacer algo que me guste y sentirme bien con lo que hago pero... dar el paso es difícil pero también te digo que nunca es tarde.
ResponderEliminarAy, Carmen, que te leo y parece que lo he escrito yo...
ResponderEliminarEs duro enfrentarse al día a día, pero tampoco es fácil tomar una decisión drástica y probar otras cosas. Mucho menos con niños, por que no te quedan tantas fuerzas ni energías ni tiempo para los cambios. Tampoco es sencillo cambiar la inercia de todos los días, pero yo lo intento, unos días con más suerte que otra. Muchos besos y muchos ánimos.
La piececitas que compraste en Ikea son una copia de esta marca
ResponderEliminarhttp://www.hama.dk/5esp/dk.htm
Quizás encuentres más ideas.
Si te sirve de consuelo mi hijo paso de hacer unas letras que parecían una fila de hormigas bailando salsa a una letra legible, aunque el tamaño sigue siendo el de una hormiga jeje¡¡¡