Ya hace más de una semana que no actualizo el blog y es que no he tenido mucho tiempo. Me levanto muy temprano, preparo a los niños y los llevo a la guardería, a veces me lleva Pedro, para seguir luego a mi trabajo. Hacia las tres de la tarde los voy a buscar después del trabajo y tengo que preparar las comidas del día siguiente, la nuestra para terminarla cuando llego y la de Daniel porque le mando el puré a la guardería para controlar un poco lo que come. Acabo bastante cansada y sólo tengo ganas de acostarme después del trote de todo el día. Además el fin de semana pasado vinieron de visita mis cuñados y nuestro sobrino desde Lanzarote, no conocían a Daniel, y no pude conectarme a internete.
Supongo que iré acostumbrándome a la nueva situación, aunque sólo sea hasta navidades, que no sé si después de reyes estaré en el mismo sitio; pero no soy la única. Por un lado está Pedro, ha tenido que cambiar sus hábitos de comienzo del día y la comida, porque se levanta antes para ocuparse de Daniel mientras yo me ducho, levanto y preparo a Pablo y termino con las mochilas de los niños; y porque come cuando yo llego, sobre las cuatro de la tarde.
Por otro lado está mi bajito Daniel, ha tenido que acostumbrarse muy deprisa a la guardería porque sólo estuvo tres días yendo dos horas y ha pasado a estar unas siete. Los primeros días lo pasó mal, se le notaba porque al llegar a casa no quería que me separara de él, no podía dejarlo en el suelo para jugar, lloriqueaba mucho y se quedaba medio adormilado varias veces, se vé que en la guardería no lograba dormir lo suficiente, pero no había manera de dejarlo en su cuna. Cuando ya parecía estas semana que estaba adaptándose algo más se ha puesto enfermo de nuevo, no tiene fiebre pero sí mucha tos y mocos. El jueves fuimos al pediatra y nos dijo que podía estar incubando algo, por lo pronto hoy se quedó en casa con Pedro y dice que durmió casi toda la mañana el pobrecito.
El que menos se ha enterado es Pablo, aunque tiene que levantarse casi una hora antes para ir a la guardería no le ha costado mucho.
Espero ir poniéndome al día poco a poco, que no he leído los blogs que me interesan, será cuestión de sacar partido al horario que tengo, a ver si me voy acostumbrando a levantarme tan temprano y llegar entera a la noche.
Espero que no sea nada lo del peque,aunque hay una plaga de virus(por lo menos en mi casa) que ni te cuento.
ResponderEliminarY lo de la guarde...es asi...como decis...la mia dormia muy poquito y cuando llegaba a casa lo unico que queria eran brazos y estar conmigo,lo de dormir mejoro pero lo de estar en brazos no.
muchas suerte y saluditos
Ánimo, Carmen!! Espero que esos moquitos de Daniel no sean nada... Y ya verás como enseguida se adapta, con lo espabilado que es (y si no, enseguida su hermano lo adapta ;))
ResponderEliminarBesiños
Parece que hoy está un poco más animado, sobre todo esta tarde. Se le nota porque habla más, me llama o canturrea. Espero que para el lunes esté bien.
ResponderEliminarGracias por los ánimos, no sé como puedes con los tres Pao si te pasas todo el rato con la pequeñaja en brazos!! tú si que eres multitarea ;).
Tienes razón Maxiavida, aquí el encargado de espabilar es Pablo Pablito como se "hace llamar" ahora mi bajito mayor.