lunes, febrero 27, 2006

Carnavales indigestos

Ya he terminado las clases hasta la semana que viene, que aquí celebramos el carnaval. Luego estaré uno o dos días más y a esperar otro destino. Hoy los niños no han tenido guardería y los llevé a dar un paseo hasta el parque y el supermercado. Daniel está cada vez más activo y quería bajarse del carro para jugar con su hermano; cosa que es imposible todavía porque tengo que controlar a Pablo para evitar que se caiga o se suba donde no debe. Además estos días tengo dolor de espalda y los casi once kilos de Daniel no ayudan mucho a su recuperación.

Luego volvimos a casa andando nuevamente, Daniel se durmió y Pablo quería que lo cogiera justo una calle por encima de donde vivimos, menos mal porque me costó convencerlo de que fuera caminando. La primera parte del paseo fue con su antifaz, sombrero y la espada del zorro, muy orgulloso él, colocándose el sombrero cada vez que el viento se lo tiraba. No hemos podido ponerle todavía todo el disfraz porque ayer cuando íbamos a salir Daniel se durmió tan profundamente que no hubo manera de despertarlo. Se puso su disfraz de muñeco de nieve, que en realidad iba para Daniel pero su mamá se equivocó en la talla y resultó ser mayor de lo que pensaba.



A Daniel le gustó mucho pero su padre lo cogió en brazos y cayó redondo en menos de dos minutos.

Esta tarde la que no estaba para fiestas era yo, esta mañana empezó una migraña bastante molesta, que se complicó después de comer y se hizo acompañar con malestar de estómago. Resultado una siesta forzada de dos horas y una indigestión justo después de levantarme. Todavía me duran las molestias, menos mal que se me quitó el dolor de cabeza! Espero estar en condiciones mañana, martes de carnaval y festivo, aunque ahora es el tiempo el que no acompaña, que hay una nueva alerta por viento y lluvia. ¡¡Tengo unas ganas de que se acabe el invierno!!

viernes, febrero 17, 2006

"Éste es mi cielito"

Ya he comentado más de una vez que Pablo es un niño muy cariñoso, siempre nos está dando besos y diciéndome muy bajito "te quiero mucho mamá". Ayer por la noche estábamos en el sofá viendo la televisión y él se me acercó, me abrazó, me dió un beso y me lo dijo; luego se viró hacia el padre y le echó las manos al cuello y le dijo "A ti también te quiero mucho papá" y finalmente señaló a su hermano sentado en la trona y "También a Daniel", a lo que le dijimos "Dale un besito". Daniel es un poco reacio a que Pablo le haga carantoñas así que se separó de él nada más acercarse; el beso tuvo que dárselo en la cabeza.

Cuando vamos por ahí de paseo o de compras y ve a algún niño que se acerca al carro de su hermano, o hace ademán de tocarlo; Pablo se pone a su lado rápidamente y le dice al posible "agresor": "Éste es mi hermanito, es mío, es mi cielito". Lo de mi cielito es algo que tiene siempre en la boca, cada vez que se abraza a Daniel se lo dice:"Mi cielito"; menos cuando se enfada con él porque le quita algún juguete o libro "Es malo, maalooo" le grita. Todavía las "luchas encarnizadas" no son frecuentes, creo que nos están preparando psicológicamente a los papás para que las aguantemos en un futuro y sepamos como actuar.

Daniel tampoco se queda atrás en lo de cariñoso, todavía es algo automático cuando le pido un beso se saca el chupete y abre la boca, su beso es como una mordida sin dientes, pero el lo acompaña de un "uaa" (imitación de mi muá). A este beso le llamamos el besito "baboso" y Pablo también quiere imitarlo aunque con mayor baboseo. Cuando tenemos a Daniel en brazos y se recuesta sobre el hombro también nos da palmaditas en la espalda, como las que les damos nosotros a él para tranquilizarlo.

Supongo que también es un reflejo del cariño que le damos sus papás, porque no nos cortamos nada a la hora de abrazarlos, besarlos y decirles te quiero continuamente. Y es que son tan tiernos estos bajitos que me los comería a besos!

lunes, febrero 13, 2006

La colcha de Pablo y otras cositas

Parece que todo va encajando y ya comienzo a organizarme, aunque no sé si estaré en el mismo centro de trabajo a principios de Marzo, justo después de los carnavales chicharreros, y es que nada es eterno ;). Por fin he logrado ir a clases de patchwork este mes, en Enero sólo pude ir una vez, y la colcha para la cama de Pablo ya está en marcha. El esquema es sencillo y no es muy complicada de hacer, la complicación es buscar tiempo para ir haciendo en casa parte del trabajo. Aquí va una muestra de como quedaría uno de los paneles, en total tendrá cinco de este tipo y cuatro de cuadrados.



Me queda todavía bastante trabajo y elegir las telas que faltan, cosa que me parece complicadísima porque soy nula eligiendo colores, una vez montado lo veo todo bien, pero las telas sueltas no las suelo visualizar en el trabajo final. Menos mal que Betina, mi profesora, me ayudará.

También he empezado a tejer, desde principios de enero, aunque todavía no he hecho mucho, he tenido de deshacer parte de la labor porque no entendía bien las indicaciones para hacer los menguados de las mangas tipo ranglán. Si todo sale bien será una chaquetita para Daniel, yo quería terminarla para su cumple pero mis cálculos temporales no son nada realistas.



La foto sale muy oscura, el hilo es azul marino, me encanta ese color. De todas formas la foto la tomé antes de deshacer, por segunda vez, el menguado para las mangas porque entendí mal las explicaciones. El libro es uno que había comprado hace años y que ahora me está ayudando a comprender como se hacen algunos puntos, sobre todo para el acabado de la pieza porque antes lo hacía al tuntún y no salía bien del todo, ahora quiero empezar con buen pie.

domingo, febrero 12, 2006

Daniel se entrena para caminar



Mi bajito Daniel cumplió un año el lunes. Ya se me está haciendo mayorcito y está para comérselo con papas fritas. Como se ve en la foto está haciendo sus pinitos en eso tan díficil que es el andar por esta vida. Todavía se agarra a todo lo que pilla para ponerse de pie e intenta seguir andando si la situación se lo permite. Hoy, por ejemplo, andó desde el salón hasta la puerta de su habitación agarrándose a la pared, muy despacito para no caerse.

En estos días está algo molesto, suponemos que es porque le están saliendo las primeras muelas, y casi las cuatro a la vez, y no duerme nada bien; se despierta varias veces en la noche llorando a mares. Entre él que se despierta y Pablo con las pesadillas que tiene estos días, pasamos unas noches un poco moviditas.

Como su cumpleaños caía en lunes y las abuelas tenían interés en ver a los bajitos se vinieron este domingo desde Las Palmas y lo celebramos en familia.



Además de sus intentos por caminar, Daniel también hace esfuerzos por hablar. Su vocabulario es todavía demasiado corto: papá, mamá, agua y cacá para nombrar las cosas de su alrededor señalando con su dedito. Dentro de poco no habrá quién lo calle como a su hermano Pablo.

El martes lo llevamos a revisión médica por su primer año y luego nos pasamos por la peluquería, porque los bajitos tenían falta de cortar greñas. Pablo no tuvo ningún problema, es más prefirió sentarse en una silla antes de hacerlo en el típico coche-asiento que tienen para los niños. Disfrutó del corte de pelo como nadie, mirándose continuamente al espejo. Pero Daniel no quiso saber nada de las tijeras, ni en el cochecito ni teniéndolo su madre o su padre en brazos. Así que lo dejamos para más adelante, a ver si se encuentra de "humor" otro día.

sábado, febrero 04, 2006

"Abre la boca Naniel"

Hace unos días Pablo me pidió darle de merendar a Daniel, en principio sólo el yogurt. Le gustó tanto la experiencia que repitió al día siguiente y esta vez añadiendo la compota de frutas. Yo los miraba y no dejaba de reirme porque entre Pablo diciendo: "Abre la boca Naniel" y Daniel que se desesperaba un poco y echaba la cabeza hacia delante y abría la boca mientras el otro tomaba la cucharada de yogurt, era para morirse de risa. De repente se me ocurrió que podía hacerles unas fotos y aquí van algunas.


En esta Daniel adelanta la cabeza para comer, que a veces Pablo "tarda más de la cuenta mamá".


En plena faena, fíjense como Pablo abre la boca mientras su hermano come.


Al día siguiente otra vez, en esta ocasión terminando la merienda, y el resultado: dos hombrecitos contentos, ahora la mamá tendrá que "arreglar los desperfectos".

Lo más gracioso oir a Pablo diciendo "Soy un niño grande, le estoy dando de comer a Naniel" "Hay que comérselo todo Naniel""Eso es, muy bien Naniel, te lo comiste todo" entre otras frases.