sábado, noviembre 17, 2007

A la guardería y al parque!

Daniel se pasó unos diez días hospitalizado, más dos días de mascarilla en casa hasta que el médico le dió el visto bueno para comenzar el período de mantenimiento, y con ello que normalizara su vida diaria. Una semana después empezó en la guardería, primero un par de horas hasta este viernes pasado que se quedó hasta casi las dos de la tarde. No le ha costado mucho adaptarse de nuevo, todavía se queda medio llorando pero luego se lo pasa pipa, el jueves salió llorando porque el quería quedarse a comer en la guardería!

Los miércoles tendrá que ir a la quimio o los controles, aunque el próximo lo tiene el 5 de Diciembre (¡qué miedo!) y sólo tendremos que ir a una inyección los próximos miércoles. Se toma una quimio oral en casa y un antibiótico tres días a la semana.

Por supuesto Daniel está muy contento, siempre cantando, saltando y hablando por los codos, porque no para, siempre tiene un comentario que hacer sobre algo que se está hablando. El domingo antes de ir a la guardería le dije: "Mañana vas a la guardería y juegas con los niños y también con las nenas" a lo que respondió "Si, si, pero yo no tengo novia" Me quedé asombrada, todavía no hemos empezado con el rollo de las novias con el hermano y ya lo está nombrando él. Tiene otros detalles como el "tranquilizarnos" cuando le decimos algo como ven para cambiarte, cuando lo tomamos en brazos nos dice en tono suave "quilizate mami, quilizate" (tranquilízate) acompañado de unas palmaditas en el hombro y de un "yo estoy aquí". Cuántas veces lo habrá oído de nuestros labios para que se le quedara!

Pablo también está contento, los primeros días preguntaba si su hermano estaba en casa y ahora lo acompaña a la guardería por las mañanas y se pelean por los mismos juegos o juguetes cuando están en casa. Ahora ya podemos ir al parque un rato después de que se vaya el sol fuerte (aquí ha hecho mucho calor hasta ahora), aunque tenemos vedados los centros comerciales y el cine por lo del aire acondicionado.

Tengo una baja desde la primera semana de Noviembre, porque Pedro ya habia dejado de trabajar mucho tiempo y Daniel necesita que estemos todavía con él mientras se adapta a la guardería, por las posibles infecciones, aunque ahora sólo tiene un pequeño catarrito no sabemos cuando puede aparecer una fiebre. Ahora somos los papás los que estamos para el arrastre, con dolores de cabeza, estómago, sueño casi continuo, algo de ansiedad. Supongo que es lo normal después de tantos meses de stress y preocupaciones, es que como si se desinflara el globo y saliera todo poco a poco. Ese es uno de los motivos por los que no he escrito estos días, cuando llega la tarde-noche soy incapaz de sentarme en el ordenador, me quedo dormida en cualquier momento, eso si no tengo migraña, o fatigas porque mi estómago está siempre a punto de la indigestión. Espero que estos síntomas desaparezcan pronto y disfrutar de esta nueva etapa (va a estar acertado Daniel cuando me dice eso de "quilízate mami, estoy aquí contigo")