Luego volvimos a casa andando nuevamente, Daniel se durmió y Pablo quería que lo cogiera justo una calle por encima de donde vivimos, menos mal porque me costó convencerlo de que fuera caminando. La primera parte del paseo fue con su antifaz, sombrero y la espada del zorro, muy orgulloso él, colocándose el sombrero cada vez que el viento se lo tiraba. No hemos podido ponerle todavía todo el disfraz porque ayer cuando íbamos a salir Daniel se durmió tan profundamente que no hubo manera de despertarlo. Se puso su disfraz de muñeco de nieve, que en realidad iba para Daniel pero su mamá se equivocó en la talla y resultó ser mayor de lo que pensaba.

A Daniel le gustó mucho pero su padre lo cogió en brazos y cayó redondo en menos de dos minutos.
Esta tarde la que no estaba para fiestas era yo, esta mañana empezó una migraña bastante molesta, que se complicó después de comer y se hizo acompañar con malestar de estómago. Resultado una siesta forzada de dos horas y una indigestión justo después de levantarme. Todavía me duran las molestias, menos mal que se me quitó el dolor de cabeza! Espero estar en condiciones mañana, martes de carnaval y festivo, aunque ahora es el tiempo el que no acompaña, que hay una nueva alerta por viento y lluvia. ¡¡Tengo unas ganas de que se acabe el invierno!!