martes, agosto 29, 2006

Soy una batata, soy una batata!!

No sé cuantas veces me he repetido esto desde ayer, alguna también me la ha dedicado mi señor marido. Y no es pá menos porque ayer por la mañana salieron las listas definitivas para las sustituciones y me han mandado a otro sitio más lejos, como a una hora y cuarenta minutos de casa (todavía tengo que cronometrarlo este viernes cuando me incorpore). Al principio mi incredulidad era importante, me cabreé, me dije que no podía ser así, que gente que estaba después que yo en la lista las habían mandado más cerca. Llamé a una amiga, llamé a educación para que me dijeran si podía reclamar y luego busqué la petición que había hecho el año pasado para el orden de centros en los que quería trabajar. Pues bien, soy una batata, elegí primero uno de los centros que estaba más lejos porque como no venía el nombre del municipio creía que estaba cerca de Santa Cruz. Tonta de mí, tampoco lo revisé este año porque creía que no me iban a llamar por todo el curso.

Tendré que levantarme bastante temprano para llegar a trabajar a primera hora, y llegaré a casa entre las tres y media o cuatro de la tarde. Esperemos que no me toque dar asignaturas en las que me tenga que preparar demasiado porque no sé cómo lo voy a hacer. Ahora mismo los bajitos duermen fatal, se despiertan muchas veces durante la noche, sin contar con que Daniel está de nuevo con fiebre, esta vez más alta, y la pediatra me dijo que podía ser otro virus (pobrecito mío lleva todo el día medio tirado en el sofá, llamándome y sin ganas ni de beber agua). Por lo que tendré que acostumbrarme a acostarme bien pronto para dormir lo suficiente. Menudo curso me espera, por tonta el bote. Eso sí este año reviso la petición y la renuevo con otro orden.

Cómo dicen por aquí: soy una batata, soy una batata...

jueves, agosto 24, 2006

Días de verano

Estos días no he tenido tiempo para postear ni leer otros blogs. La semana pasada fueron las vacaciones de Pedro, sólo una semanita, y aprovechamos para ir un ratito a la playa casi todos los días. El miércoles vino mi sobrina con mi hermana pequeña Minerva, que vino para pasar sólo dos días y despedirse hasta Navidades porque se va a Escocia en Septiembre, así que no he tenido un huequecito. Mi sobrina Dara tiene trece añitos y también le encanta jugar con los bajitos, sobre todo con Daniel, así que éstos aprovecharon a su prima para saltar sobre ella, jugar al escondite, despertarla por las mañanas casi saltando en su cama. Desde que se despertaban preguntaba Pablo "¿mamá dónde está Dara?", "Durmiendo", "¿Vamos a despertarla ya?", "No, todavía es muy temprano", esta conversación se repetía tropecientas veces antes de que les diera permiso para abrir la puerta de la habitación a una hora ya prudencial, aunque ya hiciera rato que Dara no pegara ojo por el escándalo que tenían sus primos fuera.

Fuimos a la playa, de compras, al parque; comimos comida hindú, mexicana y las "famosas" tortitas americanas de la tía Carmen. Siento no tener fotos porque mi sobrina es "alérgica" a las fotos, no le gustan nada. Alguna de la playa si hay aunque como mi bajito Daniel aún practica el nudismo no quiero publicarlas, intenté colocarle un bañador pero a los cinco minutos decidió que aquello era muy incómodo y que lo mejor era quitárselo y lavarlo continuamente en la orilla del mar (es que es muy limpio mi niño).





La de la foto es mi hermana Minerva, que se divirtió jugando con Pablo y Daniel en la arena. A Dara logré sacarle alguna foto de sorpresa, pero no las publicaré porque no me ha dado su permiso (cosas de la adolescencia) y eso que es muy guapa.

Esta semana estamos sin coche porque, por fin, lo hemos dejado en el taller arreglando el golpe que le dieron, y no sabemos si lo terminaran para este viernes. Ójala que si, porque estar sin coche es bastante incómodo. Por lo menos estará para el viernes que viene, Daniel comienza la guardería y a mi me dieron la sorpresa este domingo cuando miré la página de la consejería de educación y vi que estaba en las listas provisionales con destino por todo el curso. Esperaré hasta que salgan las definitivas para confirmar el destino pero ya sé que trabajaré todo el año, aunque ya contaba con que en septiembre iba a estar sin trabajo para llevar y traer a Pablo al cole porque sólo estará unas horas, mi gozo en un pozo tendrá que ser Pedro el que lo lleve (es mejor tener trabajo está claro, pero me hacía ilusión compartir los primeros días de cole con mi bajito).

jueves, agosto 10, 2006

Actividades varias

El primo Carlos regresó ayer a su casa, no antes de oir a Pablo decirle que no se iba que él se quedaba en casa y nosotros salíamos un momento. Le explicamos que su mamá y su papá querían verlo y que ya volvería otro día, después de algún que otro arrebato se hizo a la idea y "lo dejó ir". No han sido unos días muy intensos como se preveía porque después de que Carlos se recuperara cayó Daniel con uno de estos virus de verano que duran unos tres días. El viernes por la tarde fuimos a la playa un ratito, como siempre no querían salir del agua los bajitos, y al día siguiente nos fuimos a dar una vuelta. Al final terminamos jugando a los bolos en un centro comercial, preguntamos a partir de que edad podían jugar los niños y nos sorprendimos cuando la encargada nos dijo que su hija tenía tres años y ya jugaba. Les ponen unas "barandillas" por los lados de la pista y la inclinan levemente cuando le toca el turno a los peques y ellos sólo tienen que empujar la bola. Ni que decir tiene que Pablo jugó encantado, ya nos había visto a nosotros alguna vez y se había quedado con las ganas. Hasta casi me gana, la verdad es que soy bastante mala ;).

Daniel y el primo Carlos, al bajito ya se lo notaba algo de malestar, aunque yo lo achacaba al sueño.



Pablo preparado para lanzar la bola siguiendo los consejos de papi.


Llegamos hacia las seis a casa, con los dos bajitos dormidos como troncos; malo, malo, porque como se duerman tarde después no hay quien los duerma más tarde. Así fue, hasta casi la una y media de la mañana no conseguimos que durmieran, y para entonces ya Daniel estaba con fiebre. El domingo yo me levanté con una migraña impresionante y Daniel con algo de fiebre, por lo que no salimos a ningún sitio, además había carrera de Fórmula 1, y tocaba ver a Alonso.

El lunes llevé a Daniel al médico, aunque por la mañana nos dimos una escapadita para que Carlos comprara algo de ropa, y la doctora me dijo que se le pasaría pronto, que no era nada grave, que bebiera mucha agua y guardara reposo. Bueno, pues hemos estado algo movidillos estos días para que le sentara el reposo, la explicación que me dió es que con la actividad física el virus se reproduce más rápido y la fiebre puede ser mayor. Pues nada el lunes se fueron a la playa sin nosotros dos. No me he preocupado mucho porque Daniel estos días ha estado como una moto, con una actividad increíble y haciendo gamberradillas cada vez que podía. El domingo cumplió un año y medio, ya les daré cuenta de sus progresos, que ya son muchos.

sábado, agosto 05, 2006

Hoy es 5 de Agosto

Para Pedro, con amor, ¿te acuerdas?.

La gota de rocío

La gota de rocío
del cielo se cayó
y en ella el amor mío
la carita se lavó

Pero era tan temprano
que no salía el sol
y se helaron las manos
y mejillas de mi amor

Creí que las estrellas
la iban a buscar
y que en su cara bella
se ponían a jugar

Me dijo tengo frío
acércame calor
y fui con tanto brío
que encendí su corazón

Y mientras la besaba
me dijo en un temblor
esto es lo que faltaba
para que saliera el sol

Oh gota de rocío
no dejes de caer
para que el amor mío
siempre me quiera tener.

Silvio Rodríguez, 1978 - Tríptico

jueves, agosto 03, 2006

El primo Carlos

Ayer llegó el primo Carlos de Las Palmas a pasar una semana con los bajitos. Antes de llegar ya le habíamos hablado a Pablo de quién era, tenemos una foto suya, y cómo era:

- "Es un niño grande"
- "Yo también soy grande, mamá"
- "Si pero tu primo es tan alto como tu padre"
Se queda callado, pensando:
- "Yo también soy grande, mamá"

Cuando lo vió la cara era un poema, su primo Carlos tiene catorce años y es un tiarrón, casi le pasa a Pedro de estatura. Se quedó un poco callado pero después de la primera hora ya estaba hablando por los codos con su primo. Hasta se quedó dormido por primera vez solo, con su primo en la cama de al lado, hablando como si fueran coleguillas. También le gustó mucho a Daniel porque quiso acostarse con él para dormir. Fui un momento a la azotea y cuando volví ya estaban roque los bajitos.

Carlos es un niño muy tranquilo, le encantan los niños y los entretiene mucho. El pobre comió pizza en la cena y no pareció sentarle bien, se levantó casi al mediodía bastante revuelto y vomitó la cena. Se ha pasado todo el día tirado en el sofá, sin ganas de nada. Pablo lo vió dormitando en un momento y fue a la cocina a decirme "Mamá, Carlos está durmiendo, ¿y cuando voy a jugar con mi primo?". Se ha escapado de que Pablo y Daniel se tirarán encima de él durante toda la tarde, y parece que ya está mejor. Espero que mañana ya esté del todo bien, porque no es plan pasar las vacaciones enfermo.

miércoles, agosto 02, 2006

Las ocupaciones de los bajitos

La semana pasada, durante las tardes de calor, en las que no se puede salir porque se nos achicharra el cerebro, puse a los bajitos a pintar con acrílicas unas botellas de leche vacías, con la intención de hacer un juego de bolos casero. A Pablo le encantó la idea, a Daniel al principio, se aburrió relativamente pronto. Todavía tiene que depurar más "la técnica" porque Pablo se empeña en pintar sobre lo ya pintado y al final queda un pegote de color oscuro y media botella sin pintar; mientras que Daniel hacía trazos de distintos colores y no terminó de cubrirla de pintura. Se lo pasaron muy bien, y terminaron en la ducha antes de tiempo porque como hacía calor se quedan en calzoncillos y pañales toda la tarde y se pintaron piernas y brazos.


A lo que le ha cogido el gusto Daniel es a abrir el armario donde guardo los calderos y sacarlos para ir poniendo y quitando las tapas. Al principio se lo prohibí, hasta los castigué en el rincón más de una vez, pero con él no hay no que valga y he terminado por dejarlo, por lo menos cuando está con ellos yo puedo hacer algo más en la cocina. ¿Y si le estropeo su carrera de cocinero por no dejar que juegue? Hay otras cosas que me molestan más y que no le dejo como abrir el congelador, que no hay manera (ya lo he castigado decenas de veces, explicado que no se hace, que está muy frío, etc.), los cajones en los que guardo la batidora y otras cosillas de la cocina, las puertas donde guardo el aceite, vinos y vinagres (cristal), y las puertas donde está la basura, que le encanta echar pequeños papeles o plásticos que se encuentra. Con Pablo no tenía muchos problemas de este tipo, se lo decía un par de veces y ya no lo hacía más, le dejaba hacer dos cosas y no salía de ahí. Daniel es más inquieto, no para y siempre quiere hacer lo que le digo que no se hace.