Parece que ya ha pasado lo peor y la alerta se ha desactivado al menos en Tenerife, afortunadamente los daños en la zona donde vivo no han sido nada importantes, afectó sobre todo a la zona norte de la isla y algo al sur. Mañana tengo que ir a trabajar y ya veré como está todo por ahí. Hoy no he ido, no por la alerta (aunque habían suspendido las clases) sino porque tenía que llevar a la revisión a Daniel. La analítica estaba muy bien, el médico lo vió bastante bien y seguimos con las revisiones cada dos meses, aunque hay que ir cada 40 días aproximadamente al hospital de día para el lavado del reservorio que tiene implantado en el pecho para evitar infecciones.
No me gusta ir al hospital, y eso que hemos cambiado de edificio y todo es nuevo. Todavía recuerdo con angustia las entradas y salidas cuando Dani estaba hospitalizado y todo lo que lo rodeó. Supongo que el tiempo también terminará borrándolo de mi memoria y como tengo que volver frecuentemente intento no pensar mucho en ello. Hoy me llevé a Pablo porque no tenía clases y estar tres horas esperando primero analítica y luego resultados en consulta es agotador con dos niños que no paran. El sábado fui a comprar un par de cosas en una mercería y una señora que estaba en la tienda miró a mis hijos como corrían, se molestaba uno a otro y les llamaba la atención la madre que los "parió", y dijo en voz alta "y esto es lo que me espera dentro de uno o dos años?". La pobre tenía uno de tres y otro de cinco, y ya estaba agobiada por el futuro; pues sí es lo que toca, mis bajitos tienen días moviditos y días menos moviditos, pero nunca están quietos. Supongo que en el caso de Daniel tengo que dar gracias por ello.
Ayer domingo nos fuimos a la carrera popular organizada en Santa Cruz, los bajitos se apuntaron por el colegio aunque no son demasiado "atléticos" es una experiencia más. Daniel tuvo dos percances, pero los dos antes de la carrera (se cayó en casa y luego en la calle), y pasó por mi cabeza no dejarle correr por el "peligro" de una caida. Pero cuanto antes deje mis miedos, antes los dejará él y corrió como algunos de sus compañeros y compañeras. Les dieron una medalla por participar y terminaron muy cansados pero satisfechos. Les dejo algunas fotos.
A Daniel se le nota la nariz un poco raspada porque se cayó de cara un poco antes, el pobre sólo decía "hoy no es mi dia". Hoy se le notaba algo más y le molestaba si se la tocaba.
No me gusta ir al hospital, y eso que hemos cambiado de edificio y todo es nuevo. Todavía recuerdo con angustia las entradas y salidas cuando Dani estaba hospitalizado y todo lo que lo rodeó. Supongo que el tiempo también terminará borrándolo de mi memoria y como tengo que volver frecuentemente intento no pensar mucho en ello. Hoy me llevé a Pablo porque no tenía clases y estar tres horas esperando primero analítica y luego resultados en consulta es agotador con dos niños que no paran. El sábado fui a comprar un par de cosas en una mercería y una señora que estaba en la tienda miró a mis hijos como corrían, se molestaba uno a otro y les llamaba la atención la madre que los "parió", y dijo en voz alta "y esto es lo que me espera dentro de uno o dos años?". La pobre tenía uno de tres y otro de cinco, y ya estaba agobiada por el futuro; pues sí es lo que toca, mis bajitos tienen días moviditos y días menos moviditos, pero nunca están quietos. Supongo que en el caso de Daniel tengo que dar gracias por ello.
Ayer domingo nos fuimos a la carrera popular organizada en Santa Cruz, los bajitos se apuntaron por el colegio aunque no son demasiado "atléticos" es una experiencia más. Daniel tuvo dos percances, pero los dos antes de la carrera (se cayó en casa y luego en la calle), y pasó por mi cabeza no dejarle correr por el "peligro" de una caida. Pero cuanto antes deje mis miedos, antes los dejará él y corrió como algunos de sus compañeros y compañeras. Les dieron una medalla por participar y terminaron muy cansados pero satisfechos. Les dejo algunas fotos.
A Daniel se le nota la nariz un poco raspada porque se cayó de cara un poco antes, el pobre sólo decía "hoy no es mi dia". Hoy se le notaba algo más y le molestaba si se la tocaba.