Mi bajito Daniel lleva poco más de una semana andando. Un día antes de su quince cumplemes, su hermano le ganó por seis días, se soltó por fin y no ha dejado de andar desde ese día. Estábamos en casa de una amiga, Toni que está esperando una nena para finales de septiembre, cuando de repente se puso a andar. Luego fuimos a Decathlon y siguió haciéndolo; desde entonces no para, a veces parece que se pasea por la casa, simplemente por darse el gusto de andar. Todavía no controla demasiado y a veces termina con las manos en el suelo o sentado sobre su trasero; pero de resto va muy bien, hasta parece que corre cuando está contento y juega con su hermano. Cuando va por la calle o en cualquier sitio en que le damos la mano, muchas veces la rechaza, quiere hacerlo solo, esta tarde incluso estaba intentando quitarse los pantalones a la vez que andaba porque era la hora del baño. Tengo alguna foto pero no salieron muy bien, en cuanto tenga una ya la publicaré.
Esta hecho un gamberrete, se ríe mucho, aunque también es muy caprichoso y quiere salirse con la suya para lo cual echa unos lloros increíbles. Ahora estamos en la fase de enseñarle que hay determinadas cosas que no debe tocar, como los libros o las copas de los muebles del salón, porque es muy curioso y está abriendo continuamente las puertas de los armarios, los cajones, etc. Le decimos "No, Daniel, eso no se hace, no, no, no" todo ello acompañado por el coro de Pablo que le repite lo que nosotros decimos, por el ceño fruncido para que sepa que estamos hablando en serio, y a veces el movimiento de un dedo diciéndole que no. Parece que esto le hace gracia porque nos mira y nos hace el mismo movimiento cuando está haciendo algo que no debe. Esta foto se las tomé ayer, ahora cambian las tornas y es Daniel quien quiere darle de comer a Pablo en cuanto tiene una cuchara a mano, fijense en la boca de mi bajito, se abre a la vez que le "introduce casi a la fuerza" la cuchara en la boca de Pablo.

Estoy bastante liada con los niños, la casa y el trabajo, y no tengo mucho tiempo para ponerme al día leyendo los blogs, de todas formas aunque no comente demasiado que sepan que les sigo, desde lejos, pero les sigo. Este sábado continué con la bufanda y no falta mucho, lo que me preocupa son los bordes que se enrrollan bastante y no sé si quedarán bien. Las chicas de la tienda de lanas se ofrecieron a enseñarme como hacer la flor, si no lo consigo sola pediré ayuda a
Pilar que se ha ofrecido amablemente (gracias, Pilar, lo tendré en cuenta) y si quiero la experiencia en vivo y en directo ya me pasaré por la tienda.