En el auto de mamá...

El martes por la tarde nos dieron el nuevo coche, a mis bajitos les encantó. Pablo sólo tiene ojos para los botoncitos del salpicadero y el volante: "dejame mamá que voy a tocar los botones, no toques nada, yo lo toco". Antes de salir para la guardería, y a la salida de ésta, se tiene que sentar delante (antes también lo hacia) y poner la llave en el contacto y apretar el botón de luces de emergencia, la radio y todo lo que se le ponga por delante. Cualquier día me pone el coche en marcha él sólo.

Me encanta conducirlo, tenía miedo de que me costara manejarlo porque soy un poco reacia a los cambios de coche. Lo considero un "juguete" muy serio para estar probándolos. Pero estamos contentos con nuestra adquisición, y que nos dure mucho tiempo, al menos hasta después de pagarlo!!

Esta mañana les hice unas fotos a los bajitos antes de entrar en la guardería, en el otro coche estaban más juntos y se podían tocar, ahora tienen que estirarse un poco porque cabe otra persona en el centro. Las pueden ver en Flickr, que Blogger me está dando la noche para subir las fotos.

Entre ayer y hoy ya le he dado algo de recorrido, con lo de la preinscripción de Pablo en el colegio para el curso que viene. Está bastante díficil conseguir plaza en los colegios que queremos; porque al ser privados concertados tienen preferencia los hermanos de los que ya están, los hijos de anteriores alumnos, los hijos de los profesores, etc. El martes tenemos una primera entrevista a la que debemos llevar a Pablo, a ver qué tal; espero no estar trabajando porque sino tendrá que ir Pedro solo.

Hoy me llamaron de la guardería sobre la una y cuarto porque Daniel tenía unas escoceduras tremendas en el culete. Resulta que había hecho caquita dos veces y debía ser bastante ácida porque parece que tenga quemaduras. Él pobre se quejaba hasta de la posición, lo llevamos al pediatra y dijo que era dermatitis del pañal, le mandó una crema con algo de antibiótico y nos dijo que el problema podría ser si se le infectaba porque entonces tendría que mandarle algo más fuerte. Parece que la primera aplicación le alivió algo porque no se ha vuelto a quejar. Mañana se quedará de nuevo sin guardería porque nos recomendó cambiarle muy a menudo el pañal y quiero controlarlo personalmente.