Y ahora a esperar ...

Cómo ya nos temíamos ayer acabó mi sustitución. Hoy he ido a entregar unos exámenes y a recoger mi cese del centro. Los chicos de uno de los grupos, precisamente de que armaban más alboroto, me han regalado una caja de bombones y una tarjetita de despedida.

Ahora toca esperar a que me llamen nuevamente, espero que sea pronto, y a estar preocupada por si me mandan muy lejos o a un centro conflictivo. No podré decir a nada que no, como dice Pedro no debería de preocuparme hasta que me toque, porque soy muy nerviosa y el estrés ya me está afectando. El lunes fui al médico porque he tenido problemas de estómago y el médico me dijo que me lo tenía que tomar con calma, hacer algo de ejercicio, dejar el café y dormir algo más. Lo más difícil es lo de dormir más, porque estos bajitos se empeñan en no dormir bien ellos: Pablo sueña ahora más que nunca y se puede despertar de dos a tres veces en la noche y Daniel, aunque ya está mejor, a veces se despierta simplemente porque busca su chupa o tiene gases. Muchas madrugadas terminamos con alguno de los dos en nuestra cama porque sino no podría dormir nada seguido. ¿A alguien se le ocurre otro método que no sea el Estivill y que pueda hacer que duerman de un tirón estos bajitos?

A ver si dedico un tiempo en organizar la casa y terminar algunas labores pendientes, entre ellas la chaqueta a las dos agujas de Daniel que también lleva retraso. Creo que ahora me iré a dormir que estoy que me caigo. Mañana más ...