Hoy ha estado mi madre visitándonos y la hemos llevado con nosotros a un cuentacuentos que actuaba en una librería muy conocida de por aquí. Ayer habíamos ido a comprar unos libros de cocina y vimos que hoy había una sesión. Al principio Pablo no estaba muy por la labor, decía que no quería entrar, y es que a los bajitos no se les ocurrió otra cosa hoy que despertarse sobre las seis y media de la mañana y no volverse a dormir (evidentemente su madre tampoco). Pablo estaba algo de mal humor y se sentó sobre mi regazo mientras que los otros niños lo hacían en una alfombra preparada para ello, incluido Daniel que estaba expectante esperando de que iba aquello.
Al principio Pablo no quería oir, ni tan siquiera ver al cuentacuentos, Óscar se llamaba, pero terminó riéndose a carcajadas y sentado en la alfombra. Era nuestra primera experiencia y fue satisfactoria para todos, incluso mi madre se lo pasó bien. El caso es que Pablo se reía con muchas ganas hasta que el chico le habló directamente durante uno de los cuentos (el del camello 2+2 que tenía cuatro jorobas en vez de dos) y primero me miró como si se hubiera dirigido a mí hasta que se dió cuenta que le hablaba a él y se lo tomó fatal, cambió la cara y la escondió en mi camiseta con el ceño fruncido. La verdad es que es bastante tímido, aunque tiene una autoestima por las alturas (él mismo se dice "Soy un campeón" cuando hace las cosas bien). Supongo que irá cambiando con el tiempo, espero que el colegio tenga un efecto beneficioso en él, al menos en ese aspecto. En los comentarios que le dieron al final de Junio en la guardería tenía el objetivo de conversación en grupo a medio cumplir, todo lo demás estaba muy bien.
Creo que repetiremos experiencia, y la próxima vez me llevaré la cámara, que siempre se me olvida para hacer fotos.
son lindos los cuenta cuentos... a mi sobrina le encantan, yo he ido acá a unos de adultos y también muy entretenidos. Mi madre dice que ella cuando se jubile le gustaría ser cuantacuentos... y por ahora se prepara, tomó un taller de cuentacuantos y lo pasa increíble en sus clases...
ResponderEliminarPues yo llevé al mio la semana pasada y fué un desastre... Primero lo tuve que tener sentado en mi falda, hablaba cada vez que se acababa la música, pero hablaba que lo oian todos los de la sala y no llebabamos ni 5 minutos que me dijo que nos fueramos y yo no quise insistir y nos fuimos.
ResponderEliminarMañana voy a ver volver, a ver si esta vez llegando un poco antes y como no iremos directamente desde la guardería sino desde casa se lo toma mejor y más relajadamente.
Gracias Verrito por comentar en el blog de los bajitos, qué bien que tu mamá tenga esas inquietudes, debe hacerlo muy bien, supongo que tendrá a los nietos encantados.
ResponderEliminarMiskah, Pablo aguantó como pudo al principio, pero no hablaba; y aquí no había música sólo marionetas, eran pocos niños y estábamos bastante cerca del cuentacuentos, inténtalo de nuevo seguro que aprende a disfrutarlo