Como he estado muy ocupada estas semanas, sobre todo quejándome mucho como habrán podido observar, no he reseñado los cinco meses que Daniel cumplió el día 6 de Julio. Está enorme, ya pesa unos 7,800 y mide unos ¡¡68,5 cm!!. Cuando nació la pediatra que lo observó y le dió el alta me dijo que "Está muy bien, pero es muy grande, mide unos 54,5 cm." No veas tú cómo crece el angelito. A este paso le voy a poner ropa de un año ahora mismo. Por lo demás está muy bien, más contento, observa mucho a Pablo cuando juega solo o con su padre. Intenta tomarle de las manos o agarrarle la camiseta (lo cual enfada a Pablo y dice eso de "la camiseta es miyo", como opuesto a "tuyo"), da vueltas en su mantita, colocándose boca arriba o boca abajo muy fácilmente, y saliéndose de ella cada dos por tres.
Lo único que me tiene preocupada es que sigue teniendo cólicos por la noche, después del virus que tuvo, y que parece que se queda con hambre y ya no duerme toda la noche sino que se despierta con un hambre atroz. Durante el día come muy mal, como si picoteara, porque creo que ya no tengo mucha leche. Debe ser el stress, aunque por la noche se da unos atracones impresionantes. Ya comenzamos con la fruta, por ahora zumo de naranja, pera y compota de manzana (la cual le gustó mucho) y no parece que vaya a tener problemas para comer con la cuchara. La semana que viene empezaré a darle cereales sin gluten por la noche y la mañana, a ver si duerme bien por la noche.
Mi problema es que últimamente duermo bastante mal, entre el calor y los despertares de mis nenes no duermo sino una media de 5 a 6 horas y a trozos. Eso sí la noche que duermo varias horas seguidas estoy como nueva y con gran "reserva" de leche.
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