Ya hace algunos días que no posteo nada, no he podido dedicarle tiempo al ordenador y cuando lo hice intenté contestar los comentarios y conectarme a otros blogs. Sigo con mi ordenador estropeado y cuando puedo acceder al de Pedro es muy tarde y sólo veo cama. Hoy parece que estos locos bajitos me han dejado descansar algo más y aprovecharé que ya duermen.
Pablo casi no hace la siesta, los fines de semana porque salimos y volvemos a la hora de comer y se duerme en el coche, pero entre semana raro es el día que la hace. Se dedica a revolotear por la casa o ver la tele, a veces le pongo los dibujos o una peli de Winnie Pooh para ver si le entra el sueño y me ha funcionado un par de veces. Esta tarde en el supermercado me dijo una cajera que su hijo de tres años tampoco la hacía, desde que había dejado la chupa; nosotros no habíamos pensado en ello, y también coincide. Supongo que no tiene algo que lo relaje y se duerma como antes.
En fin, cuando el duerme, y si hay suerte y Daniel también lo hace, puedo echarme una siestecita o fregar los suelos o recoger la cocina o subir a la azotea a la lavadora; ya saben todas esas cosas que hacen las mamás cuando sus hijos las dejan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario