Esta semana ha sido una semana de ajetreo nocturno. El primero en caer por las noches suele ser Daniel, después de su cena se queda dormido y lo meto en su cuna; aunque esto dura poco porque media hora más tarde suele estar llorando y no hay manera de calmarlo si no es sacándolo de la cuna y tranquilizándolo en brazos. Creo que son cólicos porque muchas veces lo incorporo y tira eructos y otras se retuerce hasta que expulsa algún pedete. Intento darle masajes en su barriguita o flexionarle las piernas para ayudarle a expulsar los gases pero no se deja y llora más. Después de tres o cuatro intentos más parece que se queda dormido, a eso de las 11:30 o 12:00 de la noche, y si hay suerte, ya sólo se despierta sobre las 5:30 de la mañana, a veces se revuelve en la cuna y sigue durmiendo y otras reclama su primera comida.
El siguiente en dormirse es Pablo. Para ello reclama la presencia de su madre, alguna vez a su padre pero parece que su madre tiene la exclusiva, por lo que después de dejar a Daniel en su cuna, por segunda o tercera vez; me enfrento a un Pablo nervioso que me tira y retuerce la oreja (lo lleva haciendo desde hace algunas semanas). Como normalmente no hace siesta no tarda mucho en dormirse, cuando la hace es otro cantar porque se está moviendo continuamente hasta que se queda k.o. El problema surge de madrugada cuando empieza a soñar, a veces son pesadillas que le hacen quedarse sentado en su cama llorando sin consuelo posible, y otras sólo llora y luego habla en el sueño. En esta semana me he despertado varias veces en su cama sin saber claramente cómo y porqué había llegado hasta allí.
Imagínense lo zombie que estoy al día siguiente, encima a Daniel le ha dado por no hacer siestas tampoco, sólo dos o tres pequeños descansos que pueden ser de 20 ó 30 minutos escasos, a veces provocado por su hermano que da grititos para despertarlo. Cuando llegan las diez de la noche ya no soy persona y sólo tengo ganas de acostarme, cosa que nunca hago antes de las 12 porque siempre tengo algo que hacer o porque me lo impiden mis bajitos. Sólo puedo navegar y postear cuando ellos duermen así que no he tenido tiempo esta semana de hacer ni uno ni lo otro.
El sábado empecé a darle una infusión de hinojo y raíz de regaliz a Daniel para su estómago y parece que no le va mal, a ver si hay suerte y deja de sufrir esos cólicos porque realmente lo pasamos mal, tanto él como nosotros.
Es un rollo no poder dormir lo que necesitas... mira el lado positivo Pablo enseguida empezará el cole y se cansará más y se dormira antes y como no estará en casa no podrá despertar a Daniel ¿no?
ResponderEliminarYo con mi hijo también tengo problemas con las siestas y no quiere dormir nunca, pero si no hago que las duerma a las 17 o a las 18 se cae desplomado y se despierta cuando tendría que irse a dormir.
Ufff... espero que se les pase pronto este desorden en el sueño por el bien de tu salud!
ResponderEliminaryo hace mucho que no se´lo que es dormir ocho horas seguidas, mi niño también se despierta de noche y a veces a gritos, o acabo yo en su cama o mi marido, al día siguiente me duele muchísismo la espalda, tiene un colchón muy bueno de latex pero a mi no me va mucho. Mi nene sólo duerme la siesta viendo una peli la enésima vez y si está sólo delante de la tele, tapadito, mejor. Yo a veces posteo varios post en una mañana, lo malo es cuando leer a mis favoritas
ResponderEliminarVeo que mis problemas con el sueño no son sólo míos. Supongo que en cuanto pasen estos años será más fácil que ellos duerman bien y que también lo haga uno. Al final el día en que ellos no me despiertan lo hago yo por costumbre supongo.
ResponderEliminarOlivia tengo problemas para ver tu blog con mucha frecuencia, ahora estaba intentando hacer algún comentario y parece que hay problemas en bitácoras.com. Los pocos momentos en los que puedo "visitarte" me suele pasar.
Animo bonita que los años pasan pronto y despues no dormirás porque van de fiesta y vuelven tarde ,en fin ,así es la vida besos .
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