No había tenido tiempo para postear y poner una foto del día de playa que pasamos este domingo. Aunque no lo crean, por lo de vivir en una isla, fue el primer día de playa de este año. Y es que con Daniel tan pequeño no nos atrevíamos, por fin nos decidimos y se lo pasaron tan genial que ninguno de los dos quería marcharse, Pablo lloró a mares y Daniel protestó al vestirlo.
Pablo quería estar todo el rato dentro del agua, aunque prefería que lo tomáramos en brazos y nos metiéramos un poco en el agua. Lo convencimos para que se metiera con el hermano en la piscinita hinchable, y que no la llenara de arena como era su intención. Daniel quería jugar con la arena y cuando lo metí en la piscina mojaba sus deditos en el agua y se los metía en la boca luego, debía estar saboreando la sal del agua, pero no dijo ni media.
Evidentemente, los dos se durmieron camino a casa; unos 25 minutos, aunque Daniel tenía que comer y se despertó al sacarlo del coche. Pablo para eso es más "tronco" cuando se duerme de cansancio no hay manera de despertarlo, no es la primera vez que se nos duerme en el coche por no haber hecho la siesta y hay que tomarse un café con él en brazos, y sigue durmiendo.
Quizás repitamos la experiencia el próximo domingo, aunque iremos más temprano para que puedan estar más rato. Normalmente llegamos sobre las 10:30 y tenemos que irnos sobre las 12:00 para no pillar el sol del mediodía. Habrá que levantarse antes este domingo.
aissssss pues mis peques no quieren entrar en el mar ni en brazos! suerte de la piscina, que sino... el mayor, sin embargo, está hexo un Costeau!!! Por cierto, preciosos tus locos bajitos! ;-)
ResponderEliminar¡¡Jejeje...ya se le ve a Daniel que lo pasa como un enano!! Están para comérselos los dos, ñam, ñam!
ResponderEliminarParece que repetiremos este fin de semana, que aquí está haciendo un calor espantoso.
ResponderEliminarA mi me gusta la playa, aunque lo que no me gusta es cargar con toda la parafernalia para estar un ratito y volvernos. Tendré que hacerme a la idea porque con niños no se puede ir todo el día, que el sol pica y quema.
Gracias Ana por tus comentarios, a Pablo lo tengo que sacar a rastras del agua, desde la primera vez que fue (con poco más de un año). Sin embargo, la piscina parece que no le llama.