jueves, junio 02, 2005

La nueva cuna de Daniel

Hasta ahora Daniel dormía en una minicuna, pero ya ha crecido mucho y los pies casi se le salían. Además como pesa más el colchon no es lo suficientemente duro para mantener su espalda bien. Así que ayer Pedro bajó la cuna de Pablo del trastero y la montó, por cierto delante de Pablo que pidió que lo metiera dentro.

Cuando metí a Daniel, miró hacia los lados y no le gustó mucho el cambio, se puso a lloriquear hasta que le puse un móvil con muchos colores y se quedó mirando como se movía. Al rato ya estaba durmiendo, desgraciadamente se despertó muchas veces en la noche, no tanto por la nueva cuna como por una tos insistente que le ha quedado de la bronquiolitis.

Esta mañana ha echado su primera siesta del día en la cuna sin problemas. Sin embargo al mediodía durmió unos minutos y luego se puso a llorar inquieto. No creo que fuese la cuna, porque luego estuvo un buen rato llorando a moco tendido, no sé si le empiezan a molestar ya los dientes, en eso también es diferente a Pablo, él nunca se quejó de la boca. Daniel se lleva mucho las manos a la boca, las chupetea con ganas y tiene muchas babas; Pablo sólo tenía babas, eso sí bastante abundantes hasta casi los 20 meses. Dicen que si un adulto tuviera que soportar el dolor que sienten los bebés al salirles los dientes no lo aguantaría!!

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